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Clínica Dr. Luis Almagro

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Ayuno Intermitente: ¿La solución al sobrepeso?

ayuno intermitente

El ayuno intermitente ha adquirido una gran popularidad en los últimos años como una estrategia para controlar el sobrepeso. Aunque el ayuno no es una novedad, ya que ha sido practicado durante siglos por diversas razones, el término “ayuno intermitente” ha vuelto a ponerlo en el centro de atención. En el pasado, solo unos pocos excéntricos se aventuraban en el ayuno, pero con la llegada de las redes sociales, su divulgación poco científica y la búsqueda constante de soluciones rápidas, el ayuno intermitente se ha convertido en una tendencia popular en el ámbito de las dietas. ¿Pero qué es exactamente el ayuno intermitente? Consiste en alternar periodos de ayuno con periodos de ingesta de alimentos. Las tres variantes principales son: Es esencial destacar que, durante el periodo de alimentación, ya sea de 24 horas o de 8 horas, es fundamental seguir una alimentación saludable en términos de elección de alimentos, preparaciones, número de comidas y tamaños de porción. Es importante evitar un consumo excesivo de alimentos durante las horas de ingesta, ya que esto puede obstaculizar el progreso y aumentar los riesgos de trastornos alimentarios. ¿Cuáles son las ventajas del ayuno intermitente? Según un artículo publicado en el New England Journal of Medicine (NEJM), el ayuno intermitente puede ofrecer los siguientes beneficios: Es importante tener en cuenta que aunque existen estudios clínicos que respaldan ciertos beneficios para la salud, es necesario ser cauteloso al interpretar los resultados. En un mundo donde algunos rechazan las vacunas por falta de evidencia científica suficiente, es importante basarse en fuentes confiables para tomar decisiones informadas sobre el ayuno intermitente. Además, es relevante considerar qué se está comparando al evaluar los beneficios del ayuno intermitente. ¿Se está comparando con un patrón de alimentación poco saludable o con un patrón saludable basado en la dieta mediterránea? Esta distinción es crucial, ya que los beneficios pueden ser más evidentes en comparación con patrones de alimentación poco saludables. En resumen, el ayuno intermitente no es una solución universal para el sobrepeso, pero puede ser una estrategia útil y interesante para ciertas personas que se adapten bien a este enfoque y puedan mantener la adherencia a largo plazo. Es esencial contar con un asesoramiento profesional adecuado y personalizado que tenga en cuenta las indicaciones, contraindicaciones, plan específico, medicaciones y control de factores de riesgo. Si estás interesado en explorar el ayuno intermitente como una estrategia para alcanzar tus objetivos de salud, estaremos encantados de brindarte asesoramiento y orientación personalizados.  Contáctanos para obtener más información.

¿POR QUE HE DEJADO DE ADELGAZAR ?

he dejado de adelgazar

¿Estás intentando adelgazar y ya no consigues avanzar? Adelgazar consiste en obligar al organismo a consumir la reservas acumuladas en forma de grasa, no en pesar menos. Generalmente es posible, sobre todo si se hacen las cosas bien. Pero existen numerosas razones que pueden hacer que se interrumpa el proceso. Muchas son claramente visibles, pero otras se trata de errores, más o menos pequeños o “insignificantes”, de los que no somos del todo conscientes. Puede que nos fijemos demasiado en lo que hacemos bien: los días que comemos adecuadamente (en calidad y cantidad), los que hacemos ejercicio; los extras, caprichos y deseos a los que hemos renunciado, los momentos de hambre superados… Pero puede que no seamos del todo objetivos con “pequeños” descuidos que resultan mucho más importantes de lo que parecen. Detener el proceso metabólico del adelgazamiento es muy sencillo. Por tanto debemos revisar sobre todo lo que estamos haciendo, y fundamentalmente ser críticos con lo que puede que no estemos haciendo bien y estar dispuestos a modificarlo Analicemos algunas de estas circunstancias Es muy importante ser estrictos con los tamaños de las raciones, deben respetarse los recomendados. Formas de preparación o recetas que incluyan más grasa o azucares. El consumo habitual de alimentos industriales “empaquetados”. Los productos procesados o precocinados suelen ser muy traicioneros. En el caso de estar siguiendo una dieta cerrada, también es importante valorar si la estamos siguiendo bien o si estamos haciendo una “interpretación libre” de las recomendaciones. Cuidado con pequeños “extras” añadidos a las comidas: Unas aceitunas o frutos secos extras, unos piquitos, 3-4 patatas del plato de los niños, un poco de fruta de más…Desafortunadamente todo cuenta. Ni que decir tiene que esos mismos “extras” fuera de las comidas tienen aún más importancia. Ya sabéis una de las reglas de oro: “ NO PICAR”. Comer fuera de casa con frecuencia: aunque tengamos cuidado en la elección de las comidas, generalmente los tamaños de raciones y los ingredientes utilizados darán lugar a platos más calóricos. Puede que no estemos haciendo ejercicio suficiente: 3 paseos de una hora pueden ser suficientes al principio, pero cuando el organismo se adapta pueden no serlo. También es posible que el ejercicio no sea adecuado en intensidad. Lo que puede servir para una señora de 65 años no sirve para un varón de 26. Llevar un registro del ejercicio realizado ayuda a tomar consciencia real y resulta ser de gran utilidad. Calorías extras en forma de bebidas,  procedentes de bebidas azucaradas (bebidas carbonatadas azucaradas, zumos, incluidos los naturales, cerveza sin alcohol) o de alcohol. Un vasito también cuenta. Exceso de azucares invisibles o del que no somos del todo conscientes. Determinados productos presentan un contenido en azucares “oculto”. Aprender a distinguirlos mirando las etiquetas de información nutricional puede ser de gran utilidad. Consumo habitual de productos ligth o “0” que no lo son tanto. Un producto ligero o ligth tiene por ley que tener un 30 % menos de calorías que el original, lo que no quiere decir que no aporte energía. Cuidado con los mensajes publicitarios. El famoso “total por un día” que más de uno habrá pensado y que nos guste o no puede tener consecuencias durante dos o tres días. Los malos consejos también tienen su importancia. Cuidado a quién hacemos caso. Además de todo esto siempre hay que tener en cuenta la posibilidad de una enfermedad, el efecto de una nueva medicación. Y por último podría darse el caso de haber llegado a un punto de equilibrio. Cuando se alcanza un peso y un porcentaje de grasa dentro de la normalidad es mucho más difícil reducirlos, por mucho que nos empeñemos en que aún nos sobra. Hay que evaluar con objetividad si hemos llegado a un objetivo o al fin de una etapa. Dr. Luis Almagro. Marbella. Consejos que te ayudan a adelgazar con salud.

NUEVOS MEDICAMENTOS QUE AYUDAN A ADELGAZAR

nuevos medicamentos

(EFICACIA Y SEGURIDAD) Usar medicamentos, suplementos o pseudomedicamentos para adelgazar siempre ha estado a la orden del día. Es evidente que adelgazar no es fácil y por tanto si contamos con algo que nos lo facilite pues ¿por qué negarnos? Durante años se han estado comercializando fármacos, pocos y pseudofármacos, muchos, cuya indicación era la pérdida de peso. Evidentemente su evidencia y eficacia era muy escasa o nula y a pesar de que algunos han alcanzado cifras de ventas no desdeñables, ha sido más por influencia publicitaria que por rigor científico.  La prueba es que ninguno de ellos alcanzó la popularidad de los que nos ocupan. Pero en los últimos años y gracias a los avances de la industria, al conocimiento cada vez mejor de los mecanismos implicados en las causas del sobrepeso y la obesidad y del comportamiento alimentario se han desarrollado un grupo de fármacos cuya eficacia y utilidad son cada vez más evidentes.  En este mundo tan comunicado, las noticias vuelan y el conocimiento de la existencia de esos fármacos se ha hecho vox populí, sobre todo entre las personas interesadas y que llevan toda la vida intentando perder peso. Como es lógico la eficacia y seguridad de estos productos ha contribuido a incrementar su popularidad, hasta tal punto que en la actualidad hay una falta de disponibilidad manifiesta y en algunos casos son difíciles de adquirir. Hasta aquí todo más o menos normal, pasó con Prozac o Viagra, cuya demanda y uso popular superó con creces a sus indicaciones médicas. En este caso está ocurriendo igual, pero el conocimiento de la existencia de buenos productos no debería ser argumento suficiente para su uso indiscriminado y sin control. Se trata de fármacos sujetos a prescripción médica y receta médica oficial, como es lógico previo análisis y estudio de cada caso particular por parte del médico, diagnóstico y valoración de la indicación, su eficacia y seguridad dependen de contar con el asesoramiento adecuado. Es un tratamiento médico y así debería ser considerado por parte de los pacientes y de algunas farmacias que lo dan, es cierto que ahora menos, sin receta. Eficacia no es sinónimo de milagro y muy seguros no lo es de carente de efectos indeseables o secundarios. Los que llevamos muchos años dedicados a tratar estos problemas hemos pasado una travesía del desierto al no contar con fármacos que nos ayuden a tratar a nuestros pacientes, de hecho nos llevó a tener un enfoque parcial y por tanto equivocado del problema. ¿Comemos más chocolate o patatas fritas sólo porque nos gustan? ¿Es sólo un problema de voluntad? ¿Es sólo un problema de falta de ejercicio?. Evidentemente no, por eso contar con sustancias que ayudan a normalizar los mecanismos que regulan la saciedad y las vías metabólicas implicadas es una gran ventaja y por tanto es beneficioso para todos. Por otro lado, los médicos sabemos que el uso de fármacos, por muy buenos que sean, en determinadas patologías no es garantía de éxito sino forman parte de una estrategia de tratamiento en la que intervienen aspectos relacionados con el estilo de vida, el modo de alimentarse y la actividad física. Ocurre en diabetes, en hipertensión, en enfermedades cardiovasculares y en el sobrepeso y la obesidad. La automedicación o el uso de un fármaco de modo indiscriminado y no controlado es muy probable conlleve falta de eficacia y seguramente efectos indeseables, leves con casi total seguridad y probablemente también graves. En los próximos meses años vienen nuevas sustancias, aún en desarrollo, pero con muy buenas expectativas. Tantas que dan resultados similares a los obtenidos con cirugía bariátrica, Por eso entendemos que el uso y prescripción de estos fármacos debe hacerse de forma regular, controlada medicamente y con dispensación por las vías adecuadas. Los primeros interesados deberían ser los pacientes.