AZUCAR A TRAICIÓN


En los últimos años, el azúcar, o más bien los azúcares en general, sobre todo los simples, se han convertido en el enemigo público número uno para la salud. Esto parece ser un hecho suficientemente demostrado y sobre el que parece haber suficiente consenso científico, que no es poca cosa.
La principal consecuencia del exceso de azúcar en la alimentación puede que sea el sobrepeso o la obesidad, aunque también existen otras consecuencias metabólicas derivadas del aumento de grasa corporal y del aumento de insulina que puede ocasionarse antes sobrecargas excesivas.
El azúcar no está solo en las cucharaditas de los cafés o en la tarta del cumpleaños. El problema es que el azúcar y las sustancias que se comportan como tal son muy frecuentes, muchas de ellas desconocidas para la mayor parte de la población y otras muchas “escondidas” en productos donde no se las esperan: el “azúcar a traición”.
En principio cuando hablamos de estas sustancias estamos incluyendo a la glucosa y fructosa, la sacarosa (azúcar de mesa) y azúcares presentes en miel, jarabes y zumos y concentrados de fruta. Como decíamos estas sustancias además se añaden a multitud de alimentos y preparaciones para potenciar su sabor dulce y hacerlos más atractivos. Por ejemplo a las bebidas refrescantes, cereales de desayuno, panes y bollería industrial, salsas etc.
Pero me referiré a tres ejemplos de productos donde no debería de haber más azúcar de la cuenta, donde no se la espera, y donde se la coloca “sin avisar” .
Yogur desnatados: Hay algunos tipos que llegan a tener 15-16 grs de azúcar por yogur. Dos sobres de azúcar
Cereales integrales: entre uno y dos sobres de azúcar por ración de 30 grs
Bebidas bajas en azúcar: Pondremos el ejemplo de una variedad de Nestea, en cuya etiqueta pone bajo en azúcar, y resulta que una lata contiene 15 grs de azúcar, ya sabéis dos sobres.
Esto sin referirnos a harinas blancas refinadas, que se comportan de forma muy parecida al azúcar y donde la lista de productos sería interminable.
Por eso aconsejo leer con atención las etiquetas nutricionales de los productos industriales. Sobre todo en aquellos en los que el mensaje publicitario trata de que nos confiemos: 0 %, desnatados, bajos en azúcar, sin azúcar, ligth… Si lo son realmente, que lo demuestren y si no lo son que no traten de engañarnos.
Dr. Luis Almagro. Marbella. Consejos que te ayudan a adelgazar con salud