@Miss_Calorie


Podría ser cualquiera. Podría tratarse de una de esas muchas personas que intentan otra vez, o de una vez, bajar peso, que llevan una gran parte de su vida luchando contra los kilos de más y luchando a su vez consigo misma.
Nos cruzamos en twitter, realmente no recuerdo como, quizás por azar, pero parece que conectamos. Me contó muchas cosas que estoy acostumbrado a oír a diario, pero también otras diferentes.
Creo que refleja como nadie el tipo de persona que ha llegado a un límite y que quiere volver a intentarlo y por eso le pedí que nos contara su primer mes “de cambio” y esta es su reflexión:
“ ¡Mi primer mes!. ¿Ya? ¿tan pronto?…
Pues sí, un mes enterito en el que he conseguido finalizar la dieta con éxito.
¡Ojo! un mes, pero no hay que subestimar el tiempo del «antes». No sé los demás pero para empezar una dieta necesito motivación y eso no se encuentra así como así.
Motivación…Motivarme…Motivarse…
Parece taaaan fácil. «Querer es poder». ¡Pues sí, y no! a mi no me resultaba tan sencillo. Mi vida… pues parecía estar bien, por que yo lo quería ver así, pero para nada!. El peso y el aspecto me afectaban en todo.
La obesidad me atacaba sin descanso la autoestima. Estaba acabando absolutamente con todo: Pareja, amigos, familia, trabajo… nada funcionaba como podía llegar a hacerlo. No puedes intentar brillar y querer desaparecer al mismo tiempo ¿no? pues yo sólo quería desaparecer. No era yo quien controlaba mi vida, eran los límites que yo solita me había puesto quienes lo hacían en mi lugar.
De normal te das cuenta de todo esto, la verdad, sólo que haces como que no lo ves… te lo tiras a la espalda, y sigues adelante. Pero pesa ¡vaya que si pesa! ¡más que los kilos!.
No hacía nada para evitarlo, me empeñé en creer que yo no podría hacer dieta, que mi ritmo de vida no lo permitía, que ya hacía bastante trabajando y que ¿para qué empezarla? había fracasado muchas veces, y no quería más fracasos. Me refugié en el trabajo, en los cursos, mas trabajo… era la excusa perfecta para no hacer nada más. Ahora sí, veo que son todo ideas malas, excusas. Es que no tenía ni una idea buena, o alentadora.
Era agosto y se hizo el cambio. Conseguí a golpe de relax despejar mi cabeza de estrés, dejar a un lado todas esas ideas malas. Y ahí estaban mis ganas, deseando ayudarme. Desperté un poco… y recordé que yo no era así. Yo no era triste, yo no era gris, yo no quería desaparecer. Una vez decidí eso, busqué soluciones. ¡¡QUE YA ESTABA BIEN DE SUFRIR!!
Soluciones. Vamos. Visita al endocrino. Dieta. ¿Gimnasio? claro que sí. Limpieza de despensa y nevera. Colgar dieta en la nevera con su imán resultón. Una cuenta en twitter. Buscar un día bonito del calendario ¿un 3 de septiembre? ¿lunes? ¡perfecto!.
Sin ideas negativas, sin oír esa voz interior ¡Empezamoooooooos! ( y empezar… nadie me va a poder convencer de lo contrario, ya es una victoria, la primera de todas).
¡Con ganas!. Pasan las dos primeras semanas y te acostumbras a la nueva rutina de comidas, ejercicios… que no era tan difícil como parecía.
Los resultados son casi inmediatos, el primer día ya tienes el control de tu vida de nuevo, tienes ilusión, esperanza, ganas, más alegría y sabes que cada día que pase a partir de ahora, será mejor que el anterior.
Ves que el camino, es largo… pero te sientes fuerte.
Este primer mes el espejo me volvía a sonreír, por que yo le sonreía.
¿Por qué no empezaría antes?
Da igual… no puedo estar más feliz de haber empezado.
He completado mi primer mes.
A por el segundo… “
Os aconsejo seguirla en Twitter: @Miss_Calorie. Podéis aprender mucho
Podría ser cualquiera, pero no lo es.