Ejercicio en la playa. Playeros en movimiento.


Pasar el día en la playa puede ser una buena oportunidad para saldar la tarea de cumplir con los treinta minutos de ejercicio que todo adulto debería realizar a diario. Porque cargar con los bártulos playeros desde el coche, acomodarse en la toalla o la hamaca, y remojarse de cuando en cuando no supone un gasto mucho mayor que estar en casa viendo la televisión, obviando otras diferencias notorias entre ambas situaciones. Vamos a dar unas cuantas ideas para dinamizar la jornada.
En la orilla:
Caminar a paso rápido: quince minutos en una dirección y vuelta, o mejor, diez minutos en una dirección, vuelta, y diez minutos en la otra dirección regresando al punto de partida.
Realizar una zancada larga, y flexionar la rodilla delantera hasta poco más de noventa grados, para incorporarnos llevando la pierna retrasada en línea con la otra, repitiendo este ejercicio de “tijeras” alternando piernas hasta llegar a 20 repeticiones
Desplazarnos lateralmente, arrastrando la arena con el segundo pie como si estuviéramos dibujando una larga línea. Diez pasos laterales a cada lado.
De pie en el sitio, subir de forma alterna cada rodilla hasta tocarla con la mano contraria sin agachar el tronco. Veinte repeticiones.
¿Cuánto hace que no juega a las palas de playa? Pruebe y comprobará lo divertido que es, y seguro que al día siguiente nota cómo han trabajado sus glúteos y piernas.
Dentro del agua:
Caminar con el agua hasta la cintura.
Elevar rodillas hasta sacarlas a la superficie mientras camina con el agua a la altura de las caderas.
Con el agua hasta la cintura, apoyar las manos “en jarra” y apoyar en una sola pierna mientras la otra, ligeramente adelantada, dibuja círculos con el talón.
Con el agua a la altura del pecho, apretar un balón entre las manos, cerca del esternón y tratar de mantenerlo hundido en el agua.
Usando un balón, o preferiblemente un “churro” de natación sujeto con las manos a la anchura de los hombros, hundirlo en el agua e intentar ralentizar la salida a flote. Mantener los codos ligeramente flexionados.
Con el agua a la altura del cuello, colocar los brazos en cruz y tratar de “aplaudir” sin flexionar los codos. Veinte repeticiones.
Con el agua al nivel de los hombros, pegar codos a los lados del cuerpo y flexionar codos a noventa grados con las palmas de las manos hacia mirando hacia abajo y sin abrir los dedos. Manteniendo los codos anclados a los costados, estirar y flexionar los antebrazos hasta la posición de inicio. Veinte repeticiones.
Clinica Dr. Luis Almagro. Marbella