Menos salero y mas salud. Sal oculta en los alimentos.


La sal con la que habitualmente condimentamos las comidas contiene un mineral, el sodio, cuyo consumo en exceso es decisivo en la evolución y desarrollo de una enfermedad cardiovascular tan relevante como la hipertensión arterial. El exceso de sal – y la falta de ingesta de líquido- también está relacionado con la frecuente “retención de líquido” que muchas personas acusan. Por si fuera poco, un estudio japonés relaciona el elevado consumo de salazones en ese país con la alta incidencia de cáncer de estómago.
La OMS considera que no se debe pasar de un consumo diario de 6 gr de sal para un adulto de 70 kg, mientras que un estudio de 2010 de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) establece que los españoles consumimos de media casi diez gramos (9.7 grs) por día, sobrepasando de sobra el margen saludable, más si tenemos en cuenta que sólo son imprescindibles dos gramos de sodio diarios.
La cuestión es que a la sal que añadimos en la condimentación de alimentos, se suma la que contienen los alimentos que adquirimos ya procesados, de modo que estos aportan hasta el 70% de la sal consumida. Veamos ejemplos, puede que alguno le sorprenda: el pan, el jamón serrano, el jamón cocido, embutidos como el chorizo; salchichas, anchoas, otros pescados en conserva , el queso, conservas de verduras, los encurtidos como aceitunas y pepinillos; el cacao soluble, los cereales de desayuno, aperitivos salados, galletas… De este modo, es fácil subestimar el consumo de sal, pues difícilmente alguien va a considerar que está tomando una cantidad considerable de sal cuando come un bocadillo de chorizo o queso, o un vaso de leche con cacao acompañado de cereales o galletas.
Por ello no es suficiente con prescindir del salero en la mesa, más cuando ya se ha desarrollado la situación de hipertensión arterial. Se hace necesario, además, basar la alimentación en alimentos poco procesados, vegetales frescos y aderezos alternativos a la sal, como el vinagre o las especias y hierbas aromáticas.
Clínica Dr. Luis Almagro. Marbella.