RAZONES DE PESO PARA NO ABRIR UNA BOLSA DE PATATAS FRITAS (III)





Continuamos con la serie de artículos dedicados a desglosar los muchos motivos por los que determinados productos, englobados en la denominación “comida rápida” o “comida basura”, no debe pasar de ser de consumo muy ocasional. Además repasamos algunas de las pequeñas trampas de la publicidad que nos pueden llevar a comer algo distinto a lo que pensamos. Quisieramos dejar claro que no es nuestra intención demonizar las patatas fritas, simplemente nos sirven como ejemplo extrapolable a otros muchos productos de consumo similares y tan frecuentes en nuestro día a día. Hoy valoramos el origen de las calorías que aportan.
Remitiéndonos al cuadro de información nutricional que se ofrece en una bolsa de patatas fritas podemos leer los siguientes datos por cada 100 grs. de producto:
- Aportan 535 kcal(calorias).
- 6.5 grs son proteína
- 48 grs. son hidratos de carbono
- 35 grs. son grasa
Las calorías que aporta un alimento provienen precisamente de estas tres fuentes: proteínas, hidratos de carbono y grasa. Cada gramo de hidrato de carbono o de proteína aporta unas 4 calorías, pero un gramo de grasa aporta unas 9 calorías. Si hacemos las multiplicaciones correspondientes veremos de el origen de las 535 calorias:
- 6.5 grs. x 4 cal/gr = 26 calorias
- 48 grs x 4 cal/gr = 192 calorias
- 35 grs. x 9 cal/gr = 315 cal
Es decir, de 535 calorías, 315 provienen de la grasa (el 59%), 192 (el 36%) provienen de hidratos de carbono, y 26 (el 4.8%) de las proteínas.
Si comparamos con las recomendaciones de una dieta equilibrada, que indican un reparto del origen de las calorías del 25-30% de las grasas, 55-6o% de hidratos de carbono y 15% de proteínas, entenderemos que el equilibrio nutricional de este aperitivo está claramente disbalanceado hacia el exceso de grasa.
Dicho de otro modo, cuando comemos patatas fritas, no estamos aportando calorias básicamente de la patata,que contiene mayoritariamente hidratos de carbono, sino de las grasas en las que están fritas. Y si, al fin y al cabo, “somos lo que comemos”…saquen conclusiones.